sábado, 20 de diciembre de 2008

¿Compañía de danza para Jalisco?

En la creación de la soñada compañía profesional de danza en Jalisco no todo es miel sobre hojuelas. Si bien la comunidad dancística tapatía aplaude el proyecto y en su mayoría está dispuesta a ayudar, después de las audiciones se agudiza el sentimiento de exclusión entre algunos de los bailarines y profesores de mayor trayectoria en la ciudad, que no han sido tomados en cuenta en todo su potencial.
“(La compañía) es un sueño, una meta, un proyecto que la gente quiso desde hace muchísimos años, y que se haga es un gran triunfo para los tapatíos. Mi opinión es que qué bueno, sin embargo hay cosas con las que no estoy de acuerdo”, señaló Carmen Sandoval, ex bailarina y directora de la academia Victoria Ballet, que imparte técnica rusa en Guadalajara.
Argumentó: “Muchos años atrás se ha hecho ballet en Guadalajara, somos muchos los bailarines y maestros los que hemos trabajado durante años y finalmente hemos hecho juntos el ballet en esta ciudad, y sencillamente fuimos borrados del mapa para ese proyecto. Yo pienso que hay gente muy valiosa que conoce el trabajo y que debió de ser tomada en cuenta”.
El proyecto de la Compañía de Danza Clásica y Neoclásica de Jalisco lo dio a conocer directamente desde su despacho el arquitecto Alejandro Cravioto Lebrija, Secretario de Cultura de Jalisco, desmarcándose de la dirección de Danza de la misma secretaría, que encabeza Nesly Mombrun y anunciando que para arrancar contaba con 3.5 mdp, y que ha solicitado, para 2009, en su anteproyecto, 12 mdp.
Marianné Alarcón de Dallal, ex bailarina y profesora de ballet clásico considera que esta compañía es, por un lado, “un sueño hecho realidad (…) pero también sé que ojalá empezara bien desde su base, porque si comenzamos mal siempre va a haber problemas, dudas e inconformidades”.
Ahonda: “Yo siempre he sido una enamorada de la danza, pago porque me alquilen, todos prestamos escenografía y vestuario, y bueno, el trabajo siempre ha fluido así. Por mi situación personal yo no estaría en posición de asumir ni una dirección ni un trabajo fijo, pero me encantaría ser parte de la compañía, donde yo pudiera dar una clase, hacer un ensayo, algo en lo que yo pueda participar, a lo que creo tener derecho después de veintitantos años como maestra y otros no sé cuantos como bailarina y otros más de estudiante de esta entidad”.
La compañía no tendrá un director, sino un consejo conformado, hasta el momento, por cuatro personas y una quinta que no se ha dado a conocer; éstas son Lucy Arce –quien fuera directora de Danza el sexenio pasado y dos años antes—, Maclovia Carrión, Alicia Iturria y el cubano Álvaro Carreño, que percibirán un sueldo superior a los 20 mil pesos, aunque no precisaron qué tan superior.
En ese tenor, Ana Jurado señala: “creo que dadas las circunstancias y la situación específica de Guadalajara, un consejo podría dar confianza más que una sola cabeza; pero lo que no supimos fue cómo se conformó ese consejo, con base en qué lineamiento. Y creo que es normal que preguntemos, dado que se trata de recurso público”.
Acerca de la conformación, Alarcón de Dallal opina que “las personas que están en este cargo fueron valientes al aceptar el reto”. En contraparte, argumenta:
“Te lo digo honestamente, yo no conozco al maestro Álvaro Carreño, que tiene un muy rimbombante apellido de Cuba. Podría ser parte de la dinastía de los Carreño cubanos, pero yo en lo personal no lo conozco, supongo que por venir de Cuba ha de traer un importante trabajo, pero eso no me dice nada y no veo la necesidad de traer a nadie de fuera cuando hay tanta gente aquí que nos hemos preocupado por salir, por nutrirnos y regresado otra vez a trabajar en nuestra ciudad”.
Marianné Alarcón, sin embargo, asegura que habla con temor, pues “no quisiera que este gran esfuerzo se vea afectado. Creo que estamos en buen momento para que las cosas se echen a andar de la mejor manera para todos”. Y coincide con Jurado: “es normal que la comunidad entera –y dado que es precisamente un proyecto público— nos involucremos, preguntemos y queramos ser partícipes”.
Los autores del proyecto aseguraron al lanzar la convocatoria que el 85% de los bailarines que integraran la compañía serían del estado de Jalisco. Sin embargo, el resultado tras la audición fue: de los 47 bailarines aceptados 24 son jaliscienses, 19 de diversos estados de México y cuatro del extranjero (Cuba, Japón, Brasil y Rusia), escogidos de entre más de 150 concursantes.
En el esquema trazado, los primeros bailarines percibirán un sueldo de 20 mil pesos, los solistas 12 mil y 9 mil el cuerpo de baile.
La selección de bailarines la hicieron en conjunto los integrantes del Comité directivo y un jurado conformado por Susana Benavides, Clara Carranco, Isabel Ávalos, Beatriz Correa, Natalia Kibanova y Guillermo Maldonado.
Las maestras coinciden en que el resultado, pero sobretodo el proceso de selección, les parece poco claro y piden transparentar los mecanismos para evitar dudas.
“De todos es bien sabido que Guadalajara es semillero de bailarines, que están en Ballet de Monterrey y en la Compañía Nacional, pero desafortunadamente (en Guadalajara) no hemos tenido la oportunidad de tener los espacios para foguear a nuestros alumnos, entonces es un poco injusto, creo yo, que se hagan las audiciones para bailarines que tienen entrenamiento ya profesional a nivel compañía (…) Allí se está cometiendo una injusticia contra nuestra gente porque aunque nuestros alumnos tengan un buen nivel técnico, no tienen la experiencia aún de un profesional y no tienen esa oportunidad de competir contra los bailarines que vienen de fuera”, señal, por su parte Ana Jurado, con más de 40 años de experiencia como docente.
“Sería interesante que toda esta compañía fuera de gente joven sin experiencia que aquí se le moldeara y fogueara para que fueran creando su propio estilo y adquiriendo experiencia, pero si la idea de la secretaría era formar una compañía ya con profesionales pues yo me pregunto y les pregunto dónde están todos esos bailarines profesionales de Jalisco que ya bailan en el extranjero”, opinó Jurado.
Los 3.5 millones de pesos iniciales se invirtieron en la adecuación de la planta alta del Foro de Arte y Cultura, que será la sede de ensayos para la Compañía de Danza Clásica y Neoclásica de Jalisco, edificio que alberga las direcciones de Danza y Artes Escénicas de la Secretaría de Cultura y único espacio que presta sus salones a los grupos independientes.
Mientras que “su sede de funciones naturalmente será el Teatro Degollado”, afirmó Alejandro Cravioto Lebrija.
Ana Jurado y Marianné Alarcón fueron invitadas como observadoras a la audición. Aún así Carmen Sandoval señala que “fui invitada a ver la audición, pero no fui informada ni tomada en cuenta para nada en el proyecto y me siento excluida totalmente”.
“Ojalá se tomen en cuenta las opiniones de la gente que ha trabajado durante años en la ciudad. Si se nos hubiera convocado, ya no para pedirnos nuestra opinión sino para comunicarnos el proyecto y quizá allí hubiera surgido mucho apoyo de los mismos maestros: vestuario, dando clases, montando coreografías, ensayando, diseñando maquillaje... yo creo que no habría uno solo que no quisiera participar, porque estamos ávidos”, aseguró Ana Jurado.
Las tres maestras de reconocida trayectoria coincidieron en que la falta de colaboración y organización de que tienen fama es asunto del pasado, “más bien un mito” y que llevan varios años trabajando juntas. El proyecto más reciente fue El Cascanueces, con la participación de la comunidad dancística de Jalisco, en una función en el teatro Degollado con la Orquesta Filarmónica del estado.
Para Marianné Alarcón de Dallal la existencia de una compañía profesional de danza es fundamental porque así “tienes manera de decirles a los papás de tus alumnas: ‘mira lo que va a suceder después, tú hijo ya no se va a tener que ir de aquí, tú hijo sigue en Guadalajara y tiene una esperanza de vida profesional’. Entonces cómo no vamos a apoyar semejante proyecto”.
Hasta el momento no hay fecha ni programa definido para el debut de la Compañía de Danza Clásica y Neoclásica de Jalisco. Lo cierto es que el discurso de años de la comunidad dancística –“Es urgente tener una compañía profesional de danza en nuestro estado”, “cómo es posible que Guadalajara siendo la segunda ciudad en importancia en el país con cuente con una”, etcétera— ha cambiado. Hoy son otros los temas por abordar.

Angélica Íñiguez / “El Tapatío Cultural”, suplemento de EL INFORMADOR.